Inauguración de la nueva iglesia parroquial "Sant Antoni Maria Claret" de Lleida

26/02/2006
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El domingo día veintiséis de febrero, tuvo lugar la solemne Eucaristía de Dedicación de la nueva iglesia de San Antonio Ma. Claret, de los padres claretianos, en el barrio de Balàfia de Lleida. 

Numerosos fieles y vecinos del barrio llenaron completamente el nuevo templo, edificado con unas líneas muy funcionales, de acuerdo con el proyecto del arquitecto leridano y feligrés de la parroquia Josep Antoni González. 

Asistieron a la celebración el Alcalde de Lleida, Ángel Ros, el Presidente de la Diputación, Isidro Gavín y otras autoridades, así como el Consejero de Agricultura, Antonio Siurana, que era alcalde de Lleida cuando la Paeria cedió el solar donde se ha levantado el nuevo templo. 

Presidió la Eucaristía el Obispo de Lleida, Mons. Francisco Xavier Ciuraneta, concelebada por el General de los Claretianos, el leridano P. José Ma. Abella; el superior provincial, P. Máximo Muñoz, y religiosos claretianos de diversos lugares de Cataluña, un buen número de presbíteros diocesanos y tres diáconos. 

Después de la procesión de entrada con el canto de “Pueblo de Dios...” y realizado el saludo por parte del Sr. Obispo, se explicó el “por qué” de un nuevo templo, con el soporte de un original montaje de “power point” en el cual todos pudieron ver con imágenes el proceso de construcción hasta llegar a su inauguración, que en aquel momento se estaba realizando: “...hemos querido desde el primer momento que fuera una obra sencilla y no sólo porque la Parroquia dispone de recursos limitados, sino porque entendemos que la Iglesia de hoy ha de vivir con una gran sencillez, para que solamente se vea el resplandor del Evangelio”. 

Seguidamente, el arquitecto explicó el nuevo templo, señalando que una iglesia es uno de los edificios que comprende más simbolismo: “Así lo había imaginado y creo que es la iglesia que queríamos y lo hemos conseguido”, dijo Josep Antoni González. 

El constructor hizo también el ofrecimiento del templo al Sr. Obispo, con el gesto simbólico de entrega de las llaves: “...para que, en adelante, este edificio haga un buen servicio a la Iglesia. Hasta ahora yo he puesto a punto las paredes; desde ahora usted y sus colaboradores las habrán de llenar de personas para realizar la tarea propia de la comunidad cristiana”, dijo el Sr. Roigé. 

Mons. Ciuraneta continuó con la liturgia de Dedicación bendiciendo el agua y seguidamente aspergiendo el altar, las paredes y a los fieles en memoria del bautismo. Proclamada la Palabra de Dios por primera vez en la nueva iglesia, el Sr. Obispo inició su homilía con palabras de agradecimiento para todos cuantos la han hecho posible. Destacó la Dedicación del nuevo templo: “... ue con la belleza y simplicidad de sus formas, nos revela el misterio de Cristo y de la Iglesia. Un barrio sin templo, sería una fuente sin agua. Sólo Dios puede saciar la sed de nuestro espíritu”. Terminó invitando a los fieles a contemplar la vida del titular San Antonio Mª Claret: “ para que nos desvele la fuerza y el vigor de abrir nuevos caminos evangelizadores”. 

Prosiguió el rito de Dedicación con las letanías de los Santos, resonando con fuerza los nombres de los santos y beatos claretianos y también los de los leridanos como San Anastasio, Santa Teresa Jornet y los beatos P. Francisco Palau y Francisco Castelló. Seguidamente fueron presentadas al Obispo de Lleida las reliquias de San Antonio Mª Claret y de los beatos mártires claretianos de Barbastro y la del beato Andrés Solá, hijo de Santa Eugenia de Berga y compañeros mártires de Méjico. El Obispo de Lleida las entregó al P. General de los claretianos, José Mª Abella, que los depositó en un ocular del altar. 

Seguidamente el Sr. Obispo pronunció la plegaria de Dedicación, ungiendo el altar con el Santo Crisma. Terminado este rito se preparó el altar para celebrar allí, por primera vez la Eucaristía. 

Antes de terminar la celebración, el  Padre General de los claretianos y el párroco de la nueva parroquia, manifestaron su alegría, pronunciando sendas palabras de agradecimiento para todos: “... permitidme que os dé las gracias a todos los que habéis hecho posible la construcción de esta iglesia. Tenía ganas de decir el nombre de cada persona concreta e hice la lista, pero yo mismo quedé sorprendido por su extensión. Las instituciones que han colaborado: Obispado, Ayuntamiento... y a todos aquellos que habéis ayudado económicamente... a todos muchas gracias”, dijo el párroco de la parroquia y casi emocionado P. Nemesio Solá. 

El himno a San Antonio Mª Claret puso punto final a una emotiva y solemne ceremonia: 

“Cantemos todos con voz ferviente
del gran Claret
la gloria y santidad.
Alabemos al obrero de Sallent,
al apóstol de nuestra gente.
al egregio fundador y santo prelado.” 

De la nueva iglesia destacamos por su singularidad la mesa del altar, hecha con una muela de un lagar del año 1813, proveniente de Ulldecona. Los candelabros y una cruz provienen de la habitación donde nació San Antonio Ma. Claret, en Sallent. Presidiendo el presbiterio hay un magnífico cuadro que representa a Jesús con los discípulos de Emaús. Es obra del claretiano P. Máximo Cerezo Barrero “Mino”. También podemos contemplar catorce vidrieras que reproducen las estaciones del Vía Crucis, diseñadas por el mismo artista y elaboradas por el grupo de manualidades de la “Vocalía de la Mujer” del Centro Cívico de Balàfia. Finalmente, en una pared lateral se ha colocado una cerámica del matrimonio de ceramistas  Antonio Rafart y Adelina Tripiana, de Solsona, con la oración apostólica de San Antonio Ma. Claret que los fieles se llevaron también como recuerdo en un punto de libro: 

 “¡Señor y padre mío¡
 Que te conozca y te haga conocer,
Que te ame y te haga amar,
Que te sirva y te haga servir,
Que te alabe y te haga alabar por todas las criaturas”