El arciprestazgo Perifèria celebra el “Sopar de la fam” a Pardinyes

11/02/2019

En un ambiente muy familiar, un pequeño grupo de personas del arciprestazgo Periferia se ha reunido el pasado sábado 9 de febrero, en una cena de solidaridad con Manos Unidas, conocida como "Sopar de la fam".

Teniendo en cuenta que hoy día las cifras de la pobreza en el mundo son escandalosas: 1.300 millones de seres humanos, según la ONU, de los cuales 821 millones padecen hambre. Ha sido un acto de sensibilización sobre la pobreza y el hambre en el mundo, a la vez que reivindicativo siguiendo las indicaciones del Francisco, de "pasar a la acción, de modo que desaparezca totalmente la plaga del hambre".

El acto ha tenido lugar en los locales de la parroquia Santísimo Salvador, en el barrio de Pardinyes. Ha comenzado a las ocho de la tarde con una reflexión sobre la parábola del buen samaritano, seguido de una exposición sobre el trabajo de Manos Unidas a lo largo de su historia, dado que ahora cumple 60 años de trabajo ininterrumpido con los países más empobrecidos. También se ha hecho mención a la campaña de este año por medio de un vídeo que Manos Unidas ha preparado para la ocasión.

Después se ha presentado uno de los proyectos encomendados a la Delegación diocesana de Lleida. Se trata de la construcción de un internado para 120 alumnos, en la ciudad de Gisenyi (Ruanda), África. Las encargadas de llevarlo a cabo son las religiosas Salesianas, que disponen de una escuela de Formación Profesional donde imparten clases de hostelería, confección y agricultura. Cada uno de estos cursos cuenta con 85 alumnos. Dadas las dificultades de desplazamiento, el internado permitiría llevar a cabo los estudios de una manera más eficaz y en mejores condiciones, sin tener que desplazarse cada día de su casa al centro de formación. Ellos, sin embargo, deben aportar el equipamiento y el 40% del coste total del proyecto.

Y para terminar, la tradicional cena de una rebanada de pan con aceite y una manzana, como pequeño gesto de solidaridad que, junto con muchos actos iguales o similares, contribuirá a financiar los proyectos de desarrollo.

La poca comida no ha hecho perder la alegría, que algunas personas han amenizado con cantos. El acto ha finalizado renovando el deseo y compromiso de continuar trabajando por la dignidad de las personas.

Conxita López Torres