Emotiva despedida del obispo Piris en la catedral de Lleida

Esta tarde de domingo, 13 de septiembre, la Catedral Nueva de Lleida ha sido testigo del afecto y estimación que la diócesis de Lleida tiene al obispo Piris. Feligreses, sacerdotes, religiosos/as y autoridades civiles de toda la Diócesis han llenado la catedral para acompañarlo en la Eucaristía de acción de gracias por los 7 años de trabajo pastoral. Numerosos cantores de las Tierras de Lleida, dirigidos por Mn. Mesalles, han puesto el tono de solemnidad con sus cantos.

Mons. Piris en la homilía ha comentado las lecturas del día, pero también ha aprovechado para dar gracias a Dios y todos los diocesanos. Entre otras cosas ha dicho"Agradezco todo lo que hemos vivido juntos: me he sentido acogido, os he querido y os quiero. Y os pido que queráis acoger al nuevo Obispo con los brazos abiertos de forma que se pueda sentir como en casa desde el primer momento. Sé que lo haréis feliz. Yo ahora tengo que deciros adiós. Una experiencia que me cuesta bastante, pero que también forma parte de la vida y es consecuencia de la opción hecha hace ya muchos años ... Y como en estos siete años también ha habido espinas, pido perdón a todos aquellos que he hecho sufrir con mis palabras, obras y/u omisiones."

Al terminar la Eucaristía ha tenido lugar la sesión de parlamentos. Mn. Ramon Prat, Administrador diocesano, ha sido el primero en agradecer al obispo Juan, en nombre de la diócesis, el servicio generoso y las iniciativas pastorales innovadoras que ha tenido durante su ministerio episcopal, que ha resumido en 3 hechos:

• El sólido proyecto de pastoral que nos deja, impulsado desde la carta pastoral "Entre todos y para el bien de todos".
• La organización territorial con las Unidades de Acción Pastoral, y la “Xarxa” de entidades caritativas-sociales, manifestación de una iglesia espiritual y de una iglesia presente en las necesidades.
• La proximidad a la gente y el arraigo a las tierras de Lleida, muestra de ello es la devoción que tiene a Santa Teresa Jornet, hija de Aitona.

Después el artista Amadeu Bonet, en nombre de la diócesis, le ha entregado un cuadro hecho por él. El abrazo de los dos ha sido muy emotivo, y la asamblea le ha acompañado con un aplauso. El cuadro está lleno de simbolismo que el propio Amadeu ha explicado: el color marrón, por la tierra; las huellas sobre la arena, por el acompañamiento del obispo durante los 7 años en Lleida; la Seu Vella, símbolo de Lleida, y la Catedral Nueva, para representar el paso de los diferentes obispos que han ejercido su ministerio episcopal en Lleida; y las fechas de inicio y final del pontificado del obispo Piris. Tanto ha gustado a la gente, que han vuelto a aplaudir, tanto la obra como su significado. Una reproducción del cuadro se ha entregado a todos los asistentes, como recuerdo.

Acto seguido ha sido el alcalde de Lleida, Àngel Ros, quien en nombre del pueblo le ha dado las gracias por los siete años que nos ha regalado, actuando con rigor y sensibilidad. Y ha añadido que no sólo le recordaremos sino que le estimaremos por su acción social a través de la cual nos ha hecho entender el mensaje evangélico. Ha sido una acción social importantísima que nos ha hecho girar el rostro hacia donde había una problemática social, como son las personas sin techo. Momento en el que nuevamente la asamblea estalló en un aplauso. Y le ha entregado una pintura del artista Joaquín Ureña.

Entonces el obispo Joan ha vuelto a tomar la palabra para agradecer las muestras de estimación y los obsequios recibidos, expresión de los sentimientos de varios colectivos. Y ahora sí, un gran aplauso final para decirle adiós a un obispo que ama la diócesis de Lleida y que es amado por ella.

Los que han querido se han desplazado hasta la Casa de la Iglesia donde había un tentempié y donde se han podido despedir directamente del obispo.

Obispo Juan, que por muchos años pueda continuar haciendo el bien y llevar el mensaje de Jesús allí donde se encuentre. Le queremos.

Conchita López Torres