Domingo VI del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
A
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 12 Febrero 2023
Ayúdanos, Señor, a guiarnos siempre por el amor

Señor: creemos que somos buenos
porque no matamos ni robamos,
ni cometemos grandes pecados,
y con ello sentimos que ya hacemos
lo que debemos hacer,
que «ya cumplimos» con lo que está mandado,
y somos merecedores de tus premios.

Pero tu nos sacas de nuestra estrechez de miras,
nos abres un horizonte más amplio,
más profundo que cumplir simplemente
lo que manda la Ley.
Nos haces entender
que toda Ley y los profetas
se resumen en el amor a Dios y al prójimo,
que amar va mucho más allá
que cumplir unos mandamientos:
es una respuesta agradecida a Dios Padre
que ha sido el primero en amarnos
y nos ha llenado de todo tipo de bendiciones:
es ver en el otro a un hermano,
una hermana que me importa,
y que, por tanto,
no puedo hacerle sufrir o molestarle.

Ayúdanos, Señor, a guiarnos siempre
por el amor en nuestras actitudes y acciones,
aunque esto nos complique la vida,
nos lleve más allá de lo que está mandado.

Que nunca digamos que hacemos las cosas
«porque está mandado».
Ayúdanos a ver en las normas
una ayuda para amar más y mejor
y no una coartada para limitar
las posibilidades de nuestro corazón.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que nuestro amor a la vida vaya más allá de lo meramente externo

Señor, que siguiendo las consignas
del concilio Vaticano II,
vivamos el evangelio
sin interpretaciones subjetivas
y sepamos aferrarnos a lo esencial.

Señor, nos pides un cambio de corazón.
No quieres que limitemos nuestra fe
y conversión a un cambio de costumbres.
Porque todo lo que destruye
las relaciones entre los hermanos
es fruto de un corazón endurecido.

Matar al hermano
no se reduce a quitarle la vida.
Matamos al otro cuando lo menospreciamos
o lo tratamos como si de un objeto se tratara.
Señor, que nuestro amor a la vida
vaya más allá de lo meramente externo.

Señor, el divorcio o la separación de los esposos
es motivo de dolor y de inseguridad.
Que las parejas sepan descubrir a tiempo
el divorcio psicológico que precede a la ruptura.
Que encuentren personas
que les ayuden a rehacer las relaciones
o a rehacer su vida sin rencor.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
¡Siempre más arriba!

Señor,
tú conoces las posibilidades,
casi infinitas, de los hombres.
Sabes que tenemos en nosotros
la vida y la fuerza del Espíritu.

Porque me amas, me pides
que me esfuerce
para ser bueno del todo
como lo es el Padre del cielo.

Las leyes de los hombres señalan
unos mínimos para no destruir
a la persona y la sociedad;
tú me propones el máximo
para que llegue a la vida plena
y a la felicidad total.

El que ama, desea lo mejor
para la persona amada.
Gracias, por tu amor
y por tu exigencia.
Sólo tú tienes
palabras de vida eterna.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Nos invitas a seguir el camino del Evangelio

Señor Jesucristo, lo sabes perfectamente:
vivimos en un mundo de espectáculo y apariencias;
lo que vale no es ser bueno, sino aparentarlo;
no importa tanto ser honesto, sino
no dejarse atrapar por la justicia.

Tú, en cambio, propones algo muy diferente:
construir la persona y la comunidad
a partir de la bondad y el amor gratuito,
de la transparencia del corazón y la generosidad.

A veces nos da miedo tu propuesta
porque pensamos, Señor Jesús,
que si hacemos lo que tú nos dices
los demás nos pasarán por encima
o se burlarán de nosotros.

Y tú sigues invitándonos
a no tener miedo ni a poner límites
para seguir el camino del Evangelio.

Ayúdanos a confiar en la fuerza de tu amor,
a creer de veras en tu palabra,
a dejarnos transformar desde dentro
por la presencia de tu Espíritu Santo.

Que no busquemos otros modelos
para la construcción de nuestras vidas
y de nuestras comunidades y familias
a no ser el que tú nos ofreces.

Que nuestro deseo sea acoger
el Reino que el Padre quiere construir
contigo y con nosotros.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
La ley en el corazón hace que nunca me quede perdido

Gracias, Señor, porque me has inscrito la ley
en el corazón, porque tus mandamientos
son dulces y sencillos, sin legalismos
ni letra pequeña.

Gracias porque tu ley es exigente
y no permite que me quede satisfecho
y orgulloso de ser justo ante ti.
Siempre queda un paso por dar,
un vicio que corregir,
una incoherencia a enmendar,
un egoísmo que dominar.

Gracias porque la ley en el corazón
hace que nunca me quede perdido.
Sí, la vida a menudo es complicada
i a veces me siento perplejo,
pero si miro dentro de mí,
y me pregunto qué esperas de mí,
siempre brota lo mejor de mí mismo,
que es lo que tú has puesto.

Gracias, porque, a pesar de tropiezos y caídas,
tu Espíritu de amor, de vida y de perdón
siempre me da fuerza para seguir,
en la esperanza de participar un día
de tu Reino.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, queremos seguir tus caminos

Gracias, Señor, por compartir con nosotros tu sabiduría.

Queremos seguir tus caminos,
observar tus preceptos,
guardar tus mandamientos,
cumplir tus órdenes.

Pero no lo queremos hacer por servilismo,
ni para vanagloriarnos.
Lo queremos movidos por el amor,
convencidos de que nos amas
y quieres lo mejor para nosotros;
confiados en que nos muestras
el camino de la auténtica felicidad.

Pero también queremos obedecerte,
porque te queremos.
Queremos lo que Tú quieres,
deseamos lo que Tú deseas.

Gracias por habernos mostrado tu sabiduría,
que no es como la que nos enseña nuestra sociedad.

Es una sabiduría escondida,
que ningún ojo vio jamás
ni ningún corazón ha soñado,
pero que Tú tienes preparada
para los que te aman.
Y tu Espíritu nos la ha revelado por amor.

Danos una fe suficientemente madura
para entenderla y para valorarla.
Ábrenos los ojos para disfrutar de la belleza de tu Palabra.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret