Domingo II de Cuaresma

Ciclo y fecha
Cicle: 
A
Temps: 
Cuaresma
Data : 
Domingo, 5 Marzo 2023
Quiero sentirme, Señor, invitado a subir contigo a la montaña

Quiero sentirme, Señor,
como Pedro, Santiago y Juan,
invitado a subir contigo a la montaña,
lugar de tranquilidad y de paz,
lugar de oración,
de encuentro con el misterio de Dios.
Y experimentarte en tu luminosidad y grandeza,
como el Hijo amado del Padre
que llena mi vida de amor y sentido.

Quiero, Señor, participar
de tu conversación con Moisés y Elías
y con tantos otros hombres y mujeres
que a lo largo de la historia y hoy
han recibido y trasparentado tu luz
y me animan en el camino.

Gracias, Señor Jesús,
por los momentos de transfiguración
que me has permitido vivir a lo largo de la vida,
momentos de inmensa felicidad
que me hacen decir, como Pedro:
«¡Qué bueno es que esté aquí!».
Momentos que quisiera hacer eternos,
y que de algún modo avanzan el cielo,
porque me hacen experimentar
la maravilla de la vida,
llena de sentido y luz, a pesar de las dudas
y los interrogantes,
que puedo vivir con toda confianza,
porque sé que estás cerca de mí.

Gracias porque estos momentos
de transfiguración
me sostienen en la lucha diaria
y me ayudan a mantenerme firme
en las horas de angustia y de oscuridad.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, necesitamos momentos de paz y oración

Señor, necesitamos
momentos de paz y oración.
Nos cuesta encontrarlos porque nuestra agenda
siempre está muy cargada.
Necesitamos estar a tu lado
y dedicar tiempo a las personas que amamos.

Señor, los discípulos no querían
volver a la vida de cada día.
La realidad no nos gusta y deseamos huir.
Que en estos momentos de crisis
sepamos descubrirte y demos testimonio
del Evangelio sin temor y con alegría.

Los discípulos, al bajar de la montaña
solo vieron a Jesús.
Pensaron que todo había sido un sueño.
Nos sucede igual a nosotros.
Nos cuesta verte en los hermanos
y tomar parte en los duros trabajos
del Evangelio.

Señor, Abrahán creyó en tu palabra.
Dejar su tierra y aventurarse a lo desconocido
no le fue tarea fácil.
Danos fuerza y aumenta nuestra fe.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Luminosa anticipación

Que nos ilumine tu fulgor, Señor,
aunque sea por un instante.
Que nos inunde la luz de tu Espíritu
y nos deje, si no extasiados, admirados.

Que brille en el fondo del corazón, fielmente,
aquella claridad imperceptible a primera vista…

Gracias, Jesús, por tu comprensión.
Llévanos contigo a lo alto de la montaña,
como hiciste con Pedro, Santiago y Juan.
Necesitaremos haber vivido una experiencia clara
para afrontar los oscuros momentos de prueba.

Anuncias la Resurrección, y no sabemos a qué te refieres.
Predices la Pasión y no te entendemos.
Ni comprendemos que la muerte pueda anticipar la vida.
Pero tú sabes lo que se te avecina, la cruz,
y que tampoco nosotros la podemos evitar.

Que tu luz, transfiguradora,
nos apoye en la lucha y en la esperanza.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Jesús ha venido para ser nuestro hermano

Dios y Padre de Jesucristo y nuestro,
te damos gracias porque tus palabras
indican que Jesús es tu Hijo amado,
y al decirnos que le sigamos
nos descubres cuál es nuestra vocación
y el camino que debemos seguir siempre.

También te damos gracias porque Jesús
ha venido para ser nuestro hermano,
dándonos la buena noticia y la certeza
de que tu amor y bienquerencia de Padre
alcanzan a todos, sin excepción.

Hoy te pedimos, Padre, que sigamos
lo que dijo Jesús en lo alto del monte:
“Levantaos, no temáis”.

Que no temamos caminar siempre
al lado de Jesús que sube a Jerusalén
y es servidor y portador de vida y esperanza
para cuantos se cruzan en su camino.

Que la Iglesia esté siempre en camino para
acercarse, conocer, amar y seguir a Jesús,
asumiendo sus actitudes y propuestas.

En camino de encuentro fraterno
con todos los que te buscan,
para ayudarnos mutuamente a encontrar
tu luz y tu verdad.

En camino de proximidad solidaria
a los más olvidados de la sociedad, para decirles
que tú no olvidas ni marginas a nadie.

En camino para acompañar a los que sufren
o a los que han perdido toda esperanza
para ayudarles a recuperar el sentido de la vida.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Enséñame a reconocerte en cada persona que viene a mi encuentro

«Ve al país que yo te indicaré».
Y Abraham empezó un periplo, una ruta,
una aventura que aún no ha terminado.
Vivió como forastero en una tierra
que sus descendientes poseerían.
Recibió a los viajeros en la tienda
y en ellos acogió al mismo Dios.

Hazme vivir, Señor, el camino de la vida
como una aventura que sólo se entiende
desde tu llamada incondicional.
Nunca dejes que me instale del todo
para que no olvide que la patria definitiva
todavía está lejos.

Enséñame a reconocerte
en cada persona que viene a mi encuentro:
que sepa honrar a todos
como tú mereces ser honrado.

Y que un día pueda gozar, por tu gracia,
de este mundo, ahora tan imperfecto,
renovado y reconciliado en ti,
convertido en un cielo nuevo y una tierra nueva.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, quisiéramos permanecer siempre en tu presencia

Señor, gracias por revelarnos tu gloria,
para mostrarnos la luz de la Resurrección
y darnos certeza para afrontar
esta larga Cuaresma que es la visa.

Para encontrarte debemos estar dispuestos
a emprender un viaje sin un destino claro,
a abandonar la casa del padre,
a salir del país donde nos sentimos seguros.

También debemos saber renunciar a la sobreprotección del grupo,
superar la montaña de la incertidumbre
y alcanzar la cima de la libertad de espíritu.

Entonces recibiremos tu bendición,
harás de nosotros un gran pueblo
y escribirás nuestros nombres en el cielo.

Quisiéramos permanecer siempre
en tu presencia,
pero Tú nos pides que volvamos
para llevar la esperanza a nuestros hermanos
en los momentos de duda.

Gracias, Padre, por recordarnos
que debemos escuchar a tu Hijo.

Gracias, Jesús, por llevarnos contigo
y transformarte ante nosotros.

Gracias, Espíritu Santo, por quitarnos el miedo
y levantarnos de la tierra para continuar el camino.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret