El Mas Claret acoge el primer aplec en honor de los beatos mártires claretianos

18/09/2018
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L´himne dels màrtirs claretians. Aplec Mas Claret 2018

El mismo lugar de hace 75 años, el mismo ambiente de oración y recogimiento, casi la misma gente que los últimos años, los mismos sentimientos de agradecimiento por el testimonio de fe de los mártires claretianos... pero este año el encuentro martirial del Mas Claret ha tenido un matiz que lo ha diferenciado de todos los anteriores. Y es que si hasta ahora se iba a rezar por los mártires, este año se ha ido a pedirles protección e intercesión. Este cambio ha sido posible porque el 21 de octubre del año pasado 109 mártires claretianos que fueron asesinados durante la guerra del 36, fueron declarados oficialmente beatos por la Iglesia Católica.

El acto del Mas tuvo lugar el pasado día 16, tercer domingo de septiembre, como ya es habitual. Unas 150 personas se reunieron en el Mas Claret: claretianos de Cataluña, sacerdotes de la Segarra, familiares de los mártires, otras personas vinculadas de alguna manera a los claretianos, y el obispo de Lleida Mons. Salvador Giménez que presidió la Eucaristía.

Y también hubo un cambio en cuanto a la dinámica del acto. El vía crucis con el que se solía empezar fue sustituido por una oración pausada ante la capilla de los mártires (el Cobert del Motor) y precedida por un cuadro de la Virgen que conmemora el acto de beatificación. El P. Ricard Costa-Jussà, Provincial de los claretianos de Cataluña, dio la bienvenida a los asistentes y explicó este cambio, para hacer memoria agradecida de las últimas beatificaciones y de la vida de todos los mártires claretianos. Un fular blanco con el logo de la beatificación que lucían los asistentes, recordaba aquel día.

En la oración inicial, entre otras cosas, se cantó el himno de los mártires claretianos "Mártires de la Iglesia mártir", donde se proclama que la sangre de los mártires es sangre de perdón y de esperanza; y se reflexionó sobre algunos párrafos de la Carta Circular que el P. Mathew Vattamattam, Superior General de los claretianos, les envió sobre la beatificación del año pasado: "Misioneros hasta el fin", donde destaca que "Lo que mueve nuestros mártires no es un ideal político sino la persona de Jesús".

A continuación se hizo la procesión hasta el lugar del martirio, precedida por un crucifijo y el cuadro de la Virgen, cantando los gozos de los misioneros mártires del Mas Claret, para pedirles fe y perseverancia.

En torno a la gran cruz que recuerda el lugar del martirio, se celebró la Eucaristía presidida por el obispo Salvador y concelebrada por algunos de los claretianos presentes, sacerdotes de la Segarra y familiares de algún mártir. El obispo de Lleida manifestó su agradecimiento por haber sido invitado a un encuentro que se viene celebrando desde el año 1943. Resaltó que su vinculación a la familia claretiana le viene a través de la comunidad claretiana de Lleida que, desde la parroquia San Antonio M. Claret, colabora en la evangelización en la diócesis.

En la homilía el obispo Salvador comentó las lecturas de la misa propias del día, que se acomodaban perfectamente a lo que se celebraba. Recordó con admiración como personas tan jóvenes (la mayor parte de ellos), encararon la muerte perdonando, y cómo se mantuvieron firmes en la fe a pesar de que sus verdugos les exigían que renunciaran. Relacionó también la profesión de fe de Pedro en el evangelio del día, con la profesión de fe de los mártires ante la muerte, e invitó a todos a hacer la profesión de fe en la vida ordinaria, sobre todo en los momentos difíciles de la vida. Por último, recordó la figura del Padre Claret, que no se cansaba nunca de predicar, y su devoción a la Virgen de la que decía: "Si quieres entrar en el cielo, recordad que la puerta es María".

El acto terminó con un pequeño refrigerio, y con la invitación para el próximo encuentro martirial, que como siempre, tendrá lugar el tercer domingo de septiembre del próximo año, si Dios quiere.

Conxita López Torres