Domingo IV de Pascua

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Pascua
Data : 
Domingo, 21 Abril 2024
Que encontremos en ti el sentido de nuestra vida

Señor Jesús, tu palabra de hoy
y la del tiempo pascual va diciéndonos
que tú entregas la vida por los tuyos
y eres como la piedra que un día fue desechada
y ahora corona todo el edificio del pueblo de Dios;
todo eso, Señor Jesús, nos muestra
que el amor de Dios es eterno.

Ayúdanos, Jesús resucitado,
a perder el miedo de ser generosos,
de entregarnos al servicio de los hermanos
aunque no veamos los frutos inmediatamente.

Que encontremos en ti el sentido de nuestra vida
y lo realicemos haciendo el bien a los que nos rodean.

Hemos escuchado también que el Padre
nos reconoce como hijas e hijos suyos
y tú nos reconoces como ovejas de tu rebaño;
por eso te pedimos
que sepamos reconocerte a ti
como nuestro Pastor y Guía,
y aceptemos a todos como hermanos,
superando la tentación
de pensar sólo en nosotros mismos.

Te pedimos, Señor Jesús, por aquellos
cuya vida está destruida o herida
por los lobos de la violencia o la guerra,
por el olvido de los pobres o el desprecio
por las personas inmigrantes o de diferente religión.

Concede a todos los creyentes la actitud
compasiva y sanadora del buen samaritano,
y especialmente tu modo de ser
y de actuar como Buen Pastor.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Salir en ayuda del que nos necesita

Señor, los pastores
estaban en las listas de oficios «despreciables»,
porque eran considerados ladrones y tramposos.
Tú en cambio consideras a las ovejas
como algo tuyo,
y por ellas das la vida.

Señor, ayúdanos
a caminar por la vida como pastores buenos.
Que amemos lo que hacemos,
que cuidemos y tratemos con cariño
a las personas que se relacionan con nosotros
y que en todo momento estemos dispuestos
a salir en ayuda del que nos necesita.

Que en nuestra familia
y en nuestras comunidades, Señor,
sepamos comprender y perdonar los errores
y las desilusiones.
Que como Tú nos enseñas, comprendamos
que dedicar nuestro tiempo a los demás
es una manera de dar la vida.

Te pedimos, Señor, por las personas
que no te conocen o se creen más importantes
por llamarse ateos o agnósticos.
Mira su corazón y ayúdanos a valorar
cuanto de bueno hay en ellos.

Que a lo largo de la semana que hoy comienza
seamos Pastores Buenos
para cuantos se relacionen con nosotros.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Confío en ti! Guíame!

Señor, Jesús,
la parábola del buen pastor nos permite
descubrir tus sentimientos y actitudes
para con todos los hombres y mujeres
de la tierra.

Paciente y con amor,
nos conduces por caminos de vida eterna.
Nos alimentas y nos proteges;
te preocupas de todos y cada uno.

Si un día nos alejamos de los hermanos y de Ti,
nos buscas para que no nos perdamos.
Nos dices que nos conoces y amas
y nos llamas a cada uno por su nombre.

Si te sigo y te escucho en la oración,
también yo seré capaz de reconocer tu voz
en medio de la lucha de cada día.

Te quiero seguir porque confío en ti.
No te canses nunca de mi y guíame.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que sepamos distinguir tu voz

Te damos gracias, Jesús,
porque eres el buen pastor
que da la vida
por cada unos de nosotros.

Nadie te la quita,
eres tú quien la ofrece desde la generosidad,
desde el deseo de buscar el bien del otro,
aunque te pueda perjudicar.
Por eso la das sin perderla,
la recuperas, porque tu oblación es fecunda.

No lo haces por iniciativa propia,
en un acto de heroicidad personal.
Te entregas en comunión con el Padre,
que se desvive por cada uno de sus hijos.
Esta es tu misión.

Que tu ejemplo nos enseñe a reconocer nuestra vocación,
nos dé fuerza para ser generosos
y entregar nuestra vida
en las situaciones de cada día.

Danos humildad para reconocerte,
para saber distinguir tu voz
y no dejarnos embaucar
por quienes quieren aprovecharse de nosotros.

Protégenos de los lobos:
de los que viven en nuestro interior
y de los que nos rodean.
Que siempre seas la roca firme
donde poder apoyarnos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Danos una visión más amplia de la Iglesia y sus ministerios

Señor, hoy en todas las eucaristías
se hará alusión
a la falta de vocaciones sacerdotales.
Son nuestros pastores.
Ayúdalos en su misión
y a nosotros danos una visión más amplia
de la Iglesia y sus ministerios.

Señor, la plenitud del sacerdocio
se realiza en la persona de tu Madre.
Ella es la llena de gracia,
está en perfecta unión con Dios,
su oración es escuchada
y santifica al mundo.
Ella, imagen de la humanidad,
nos invita a actuar del mismo modo.

Señor, hoy queremos recordar
lo que es común entre sacerdotes y laicos:
bendecimos, oramos, damos testimonio
de nuestra fe y catequizamos.
En la Eucaristía el sacerdote recoge todo
y te lo ofrece en nombre de la comunidad.
Gracias, Señor.

Señor, que los adultos
sepamos dar respuesta
a las necesidades de los jóvenes.
Son el futuro y necesitan
nuestro apoyo y comprensión.
Que ante las «ovejas descarriadas»
sepamos reconocer la parte de verdad
que hay en su protesta.
Y que en todo momento
se sientan acogidas sin recriminaciones.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Escuchar su voz y seguirlo

¡Qué prueba de amor, Padre!
A nosotros, pecadores y débiles,
que nada podemos añadir a tu gloria,
nos has enviado a tu Hijo
que ha dado la vida por nosotros
y nos has asociado a él
de modo que ahora nos tienes por hijos tuyos.

Hemos sido concebidos, creados de nuevo,
pero aún no se ha manifestado cómo seremos.
Estamos en gestación, un proceso delicado
para que se desarrollen en nosotros
todas las semillas que tienen que germinar
hasta que podamos verte cara a cara
y hablar tu mismo lenguaje,
que es el del amor.

Somos ovejas del rebaño de Jesús,
pero somos mucho más que esto:
somos hijos en el Hijo.
Escuchar su voz
y seguirlo allí donde nos lleve
es el camino que nos conduce a ti, Padre.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret