Domingo III de Pascua

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Pascua
Data : 
Domingo, 14 Abril 2024
Queremos reconocerte en la comunidad que se reúne en tu nombre

Jesús Resucitado y Viviente,
como los primeros discípulos queremos reconocerte
en la comunidad que se reúne en tu nombre,
en la palabra que escuchamos con corazón abierto
y que es luz para nuestro camino,
en el Pan de Vida que partes y ofreces
como alimento y signo de comunión contigo,
en cada hombre y mujer que hay en el mundo,
especialmente en los pobres y marginados,
hermanos tuyos y nuestros, hijos del mismo Padre.

El tiempo pascual, tiempo de primavera,
invita a orar para que tu vida florezca
renovada en la comunidad eclesial,
en las familias, los niños, jóvenes y ancianos,
en todas aquellas acciones de servicio
y evangelización que llevamos entre manos:
que en todo actuemos como testigos
de tu amor para con todos.

Te pedimos especialmente, Señor Jesús,
por los que han elegido el camino de seguirte
y de servir a los demás en la vida religiosa,
y lo hacen a través de la vida de oración,
la vivencia intensa de la fraternidad
y de tantas acciones de servicio a los hermanos:
que sean fieles a tu llamada
y ayuden a despertar en más personas
el interés por los valores del Evangelio.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Gracias, Señor, por caminar junto a nosotros

Señor, los de Emaús
habían llegado a la conclusión
que «quien tiene poder manda»,
y todo lo demás son historias.
Lo de Jesús de Nazaret
fue bonito mientras duró,
pero la realidad se impone.
Señor, así pensamos nosotros
y de un plumazo borramos
todo lo que has hecho en nuestras vidas.

Señor, sabemos que la cruz
estará presente en nuestras vidas.
Que todo sucede para nuestro bien.
Lo sabemos, Señor,
pero a la hora de la verdad
no acabamos de creerlo.

Gracias, Señor,
por caminar junto a nosotros.
Nos sales al paso en los momentos de duda
y en las situaciones en que la injusticia
parece que ha ganado la batalla.

Hazte presente, Señor,
a las personas que lo han perdido todo.
A los que se han quedado
sin empleo y sin hogar.
Que al vernos celebrar la Eucaristía
sientan que estamos a su lado
y dispuestos a tenderles una mano.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, te haces presente en nuestro caminar

Señor, te haces presente en nuestro caminar
sin efectos especiales.
Te haces presente disfrazado
de esposa o esposo,
de compañero de trabajo
o de mendigo en la puerta de la iglesia.
Y nos recuerdas que si esperamos
verte de otra manera nos equivocamos.

Señor, nos recuerdas que Dios
tiene un respeto absoluto por las personas.
Al asumir nuestra humanidad
hasta las últimas consecuencias
nos recuerdas que únicamente te encontraremos
en las personas y en la mesa de la Eucaristía.

Hoy, una vez más,
te haces presente a un grupo de discípulos.
La comunidad
es el espacio de encuentro contigo, Señor.
La intimidad contigo se alimenta
con la fuerza del grupo de creyentes.

Que a lo largo de esta semana
sintamos tu paz, Señor;
disipa nuestros miedos
y haznos portadores de paz para los demás.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Ábreme los ojos y el corazón

Jesús,
para los apóstoles, el camino de la fe fue largo.

Habían vivido unos tres años contigo.
Te habían escuchado y habían visto tus milagros.

Habían orado contigo
y habían compartido la Última Cena,
una cena de confidencias y de recomendaciones,
de plegaria y de comunión.

Algunos ya te habían visto resucitado,
pero, con su mirada humana,
no acababan de reconocerte.

Son muchos todavía hoy
los que no creen en ti y te ignoran
porque no han tenido la suerte de descubrirte.

Te doy gracias
porque he podido conocerte,
pero aumenta mi fe y mi compromiso
para que sepa darte a conocer
a los que todavía no han oído hablar de ti.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Quieres hacerte presente cuando estamos en comunidad

Gracias, Jesús, por acercarte a nosotros
y mostrarnos que estás vivo.
No eres un cadáver,
ni mucho menos un fantasma,

Eres Alguien que nos ama con tal amor
que ni la muerte te ha podido separar
de tus amigos.

¡Qué mensaje más esperanzador!
Supera nuestras mayores expectativas.
Nosotros nos conformaríamos con vivir muchos años,
con ser inmortales y, en cambio,
Tú nos has llamado a ser criaturas eternas,
para poder disfrutar por siempre
de tu presencia.

Pero no tenemos que esperar a otra vida
para disfrutar de este don.
Hoy quieres compartir la vida con nosotros,
nos quieres mostrar tus heridas,
nos quieres hablar,
quieres hacerte presente cuando estamos en comunidad.

Jesús, estás vivo para siempre
y te quieres revelar en el dolor del mundo,
en el hambre de nuestro prójimo,
en la necesidad de compartir la vida.
Enséñanos a descubrir en el día a día
que tu resurrección es real.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que la alegría de la Pascua nos llene el corazón de tu paz

«La paz esté con vosotros»
era tu saludo
y la señal de tu presencia
entre los discípulos asombrados.

Y la paz se hacía corpórea,
habitaba los corazones
y llenaba la estancia,
porque tu palabra es viva y eficaz.

Y la paz, que era tu don,
se volvía también para ellos una tarea:
la de ser sus testigos
y extender sus efectos
desde oriente hasta occidente.

Señor Jesús, que la alegría de la Pascua
que ahora celebramos
nos llene el corazón de tu paz serena
y se extienda a nuestro alrededor.

Que tu presencia entre nosotros
ponga concordia en nuestro mundo en conflicto,
aporte equilibrio en nuestra sociedad
y en las relaciones con la naturaleza,
conscientes de que todos caminamos juntos
hacia la plenitud del Reino.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret