Señor, Tú eres el Buen Pastor,
has dado la vida por tus ovejas.
Nos llevas a descansar cerca del agua,
en verdes praderas, donde no nos falta nada.
Nos guías por caminos seguros
y nos proteges de las trampas de la vida.
Basta que reconozcamos tu voz,
que confiemos en Ti,
que no nos dejemos llevar por voces engañosas,
que nos seducen fácilmente,
pero son lobos bajo piel de cordero.
Nos quieren dispersar,
porque errantes, aislados,
somos más vulnerables,
y se nos puede manipular con mayor facilidad.
En cambio, Tú lo has dado todo por nosotros,
has demostrado que solo quieres nuestro bien.
Tu propósito es curarnos de nuestros miedos,
de nuestros temores, de nuestras inseguridades.
Gracias porque nos llamas a ser tu rebaño.
Juntos estamos protegidos.
Juntos podemos escuchar mejor.
Juntos no nos despistamos ni nos extraviamos.
Gracias por la Iglesia,
gracias por ser nuestro Pastor.