Domingo II de Navidad

Ciclo y fecha
Cicle: 
C
Temps: 
Navidad
Data : 
Domingo, 2 Enero 2022
Gracias, Señor, por ser palabra de salvación

Gracias, Señor,
porque a pesar de que no necesitabas nacer,
quieres compartir camino con nosotros,
y te acercas desde la palabra y la vida.

Gracias por ser la luz que rompe
con todas nuestras oscuridades
y nos empuja a seguir andando.
Gracias por ser palabra de salvación
ante nuestras debilidades,
limitaciones y miedos.
Gracias porque despiertas los rincones
más dormidos de nuestra conciencia
y, con el llanto de un niño, nos recuerdas
que estamos llamados a no dejar de ser niños.

Hemos entendido que para encontrar el pesebre
debeos salir de nuestras circunstancias
y del «yo» egoísta que nos enturbia la mirada
y nos impide reconocer el camino
que nos lleva a Ti.

Que cuando te reconozcamos ante nosotros,
aprendamos a contemplarte.
Que no temamos el silencio lleno de tu presencia,
y vivamos abiertos a la sorpresa
de tu palabra en nuestras vidas.
Que nos conmueva la pobreza que vemos
a nuestro alrededor,
sea cual sea su manifestación,
y toque nuestro corazón
para que podamos retomar el camino
con un nuevo compromiso
de servicio y entrega generosa.

Que aprendamos a poner la mirada y el acento
en lo que es verdaderamente importante.
Enséñanos a verte en cada rostro,
a descubrirte en cada recodo del camino.
No permitas que se nos endurezca el corazón.
Que celebremos cada encuentro,
porque en cada uno de ellos
celebramos Navidad.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
El Amor de Dios hacia cada uno de nosotros

Las fiestas navideñas, tan esperadas a lo largo del año,
al llegar a este punto nos hacen desear la normalidad.

Navidad ha perdido su sentido religioso para muchos,
y para los creyentes cuesta encontrar el verdadero sentido.

Estos días han sido una muestra impressionante
de lo que es el amor de Dios para cada uno de nosotros.
Dios se ha hecho hombre para caminar junto a nosotros.
Sólo pide que le reconozcamos
bajo el disfraz de familiar, de amigo o de vecino.
Está ahí y aún siendo Dios
no puede imponer la relación de amor que tanto desea.

Escribamos nuestra carta a los Reyes y volvamos a ser niños
capaces de pedir y agradecer a Dios a corazón abierto.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Nos revelas tu grandeza

Señor,
nunca nos lo habríamos podido imaginar.
Nunca hubíeramos podido pensar que los hombres
nos podríamos llamar hijos tuyos.

Es tan extraordinaria esta verdad
que tuviste que enviarnos a tu Hijo
para que nos la revelara
y nos ayudara a comprenderla.

Él nos ha comunicado tu Espíritu
que suscita en nosotros sentimientos filiales
y nos impulsa a vivir
y amarnos como hermanos.

Nos has hecho tan parecidos a ti
que Jesús se ha podido hacer uno de nosotros
y, así, convertirse en camino, verdad y vida
para la humanidad.

En él y por él toda nuestra vida
toma sentido y se unifica;
está tan empapada de tu amor
que nunca nos podremos sentir solos,
porque nunca abandonarás
a tus hijos.

Ayúdame a acoger a Jesús con todo el corazón
para que sea, en todo momento,
mi compañero de ruta.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que nuestro hablar refleje la bondad de nuestro corazón

Señor, danos Sabiduría
para conducir nuestra vida
de acuerdo con tu Voluntad.
Que tengamos la suficiente humildad
para aprender cada día.

Señor, enséñanos a escuchar
y a ser cautelosos en el hablar.
Que la ira no ciegue nuestra razón
ni tengamos que arrepentirnos
por haber juzgado o herido a un hermano.

Señor, que nuestras palabras
sean sinceras y fiables.
Que nuestro hablar
refleje la bondad de nuestro corazón
y manifieste tu presencia entre nosotros.

Acalla, Señor, nuestra verborrea mental
para que podamos reconocerte
en las personas y los acontecimientos.

Señor, que sepamos poner freno
a nuestra lengua y que fundamentemos
nuestra vida y nuestras convicciones
en obras de amor y verdad.

Que los buenos deseos de estos días, Señor,
sean nuestro programa de vida para todo el año. 

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret