Domingo V de Pascua

Ciclo y fecha
Cicle: 
C
Temps: 
Pascua
Data : 
Domingo, 15 Mayo 2022
Amar como tú amas

Gracias, Señor, porque cada vez
que celebramos la eucaristía,
actualizamos tu manifestación gloriosa
que da sentido a nuestra existencia
y a toda la creación.
Gracias porque este don tuyo
requiere la disposición de los corazones
a vivirlo con sentido de familia
con toda la comunidad reunida
alrededor de la mesa.

Amar como tú amas
no nos resulta siempre fácil, Señor,
pero no podremos ser testigos de tu Amor
si nos anclamos al querer seguir amando
a nuestra manera.
Gracias, porque en el sencillo gesto
de partir el pan y compartirlo
nos damos cuenta de que amar es darse,
por completo, sin rebajas ni plazos.

Gracias porque nos pides que tengamos
una estimación activa y diligente
a los hermanos.
Un amor nuevo que no sabe
de condiciones, edades ni procedencias,
y que es siempre joven,
porque la auténtica estimación nunca envejece.

Gracias por dejarnos formar parte
de tu corazón atento
que nos estimula a amar como tú amas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Llevar tu palabra a nuevos pueblos y culturas

Te damos gracias, Señor resucitado,
porque tu vida, muerte y resurrección
nos dicen hasta qué punto nos amas.
Ayúdanos a ser conscientes de ello
y a no hacer rebajas
cuando se trata de amarnos entre nosotros
y de ofrecer a todos tu amor.

Ayúdanos a saber amar como Pablo y Bernabé,
que dedicaron su vida a darte a conocer
y a llevar tu palabra
a nuevos pueblos y culturas.

Ayúdanos a saber amar
como aquella comunidad de Antioquía
que, viviendo atenta a tu palabra,
vio nacer vocaciones misioneras
como las de Pablo y Bernabé
y abrió sus puertas
a gente de otras culturas y sensibilidades.

Ayúdanos a saber amar
como Juan, el autor de Apocalipsis,
que sabía comunicar esperanza
en medio de la dureza, las dificultades
y el sufrimiento de cada día,
porque había sentido en el fondo del corazón
que tu amor y tu promesa nunca fallan.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, que el amor sea la característica de nuestro servicio

Señor, que el amor
sea la característica de nuestro servicio
y la mistad el vínculo que nos una a los demás. 

Señor, que cuantos tienen responsabilidad
en la Iglesia se sientan amados y comprendidos
por todos nosotros.
Que vean valorado su servicio
y tanto ellos como nosotros
trabajemos con la seguridad
de construir un mundo nuevo y mejor. 

Líbranos, Señor, de la enemistad
que destruye las comunidades
y hace imposible la relación
en las familias y en el trabajo. 

Señor, que recordemos a lo largo de la semana
que la transmisión del Evangelio
tiene en la amistad y en el trato amable
el mejor conducto. 

Señor, queremos trabajar para que la Iglesia
encuentre su puesto en nuestra sociedad
mostrando la comprensión,
la preocupación por los demás,
el diálogo sincero
y el compromiso de darse a todos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
El mandamiento «nuevo»

Padre de todos nosotros,
tú conoces a fondo el corazón de cada uno. 

Sabes cuántas veces nos hemos propuesto
seguir fielmente el mandamiento de Jesús.
Y sabes también cuántas veces
abandonamos fácilmente el propósito. 

Sabemos que es un mandamiento,
pero olvidamos que es «nuevo» y diferente:
y queremos cumplirlo a base de esfuerzo
como si de un mandamiento más se tratara. 

Haznos conscientes de la novedad
de este mandamiento que Jesús nos dejó:
es el mandamiento de la Ley nueva,
-escrita sobre el corazón de tus fieles-,
el mandamiento de la Alianza
nueva y eterna
sellada con el amor de Jesús,
-que ha dado su vida por nosotros-,
y sellada con el Espíritu Santo
que da a los creyentes la posibilidad
de actuar también con el amor. 

Danos profunda experiencia de tu amor,
para que seamos así capaces de amar.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Si somos tus discípulos, llegamos a hacer las obras que tú haces

Amar es muy bonito y da felicidad…
a veces, cuando el otro te lo agradece,
cuando el otro te cae bien,
cuando los demás lo saben y te aplauden.

Amar a veces es muy difícil.
Cuesta rezar por los que te crucifican,
cuesta perdonar a los enemigos,
cuesta seguir amando cuando el amor
se gasta, se hace rutina, envejece.

Así amas tú, Jesús.
Y ahora nos mandas que nos amemos
unos a otros como tú nos amas.
Parece que pidas un imposible,
pero tú estás con nosotros para siempre
y nos comunicas tu Espíritu.
Por eso, si somos tus discípulos,
llegamos a hacer las obras que tú haces.

Y así el mundo va caminando
hacia el orden y la plenitud
para los cuales fue creado.
Así un día Dios será todo en todos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que tu Espíritu encienda el fuego de tu amor

Señor, queremos cumplir tus mandamientos
y amar a nuestros hermanos.
Nuestro hombre viejo se resiste a hacerlo,
solo piensa en sí mismo.

Danos tu amor para amar a los demás,
que tu ejemplo nos sirva de inspiración.
No queremos hacer caso de las voces
que acusan a nuestros hermanos,
renunciamos a verlos
como nuestros adversarios.

Transforma nuestro corazón de piedra en un corazón de carne,
haz nacer dentro de nosotros el hombre nuevo capaz de amar.
Que tu Espíritu encienda el fuego de tu amor.

Gracias por dejarnos tu mejor herencia,
por mostrarnos tu relación amorosa con el Padre,
por compartir con nosotros tu don más preciado.

Tu amor ha vencido a la muerte,
ha curado la desconfianza
que nos separaba de nuestro prójimo.

Si amamos, te harás presente entre nosotros
y tu salvación alcanzará de un extremo a otro de la tierra.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret