Queremos seguirte paso a paso, Jesús,
en la celebración del triduo pascual.
Hoy nos muestras, gran lección,
el punto de arranque de la gran pirueta
que te eleva hasta la cruz,
que te eleva del sepulcro a la vida de la gloria.
También agachado a los pies de los discípulos,
humillado como condenado, hasta el polvo,
y descendiendo a los infiernos de la muerte.
Giras hasta terminar dando la vuelta,
por completo, a la humana situación.
Contigo, pasaremos a ser salvados.
Y esto empieza hoy, alzando la sagrada Hostia,
que hace presente la ofrenda de ti mismo
en la sangre de la cruz, para todos.
Así demuestras hasta qué punto nos amas,
tú, hecho esclavo al servicio de nuestra vida.
Ya nos has enseñado el secreto: Es en el amor,
donde empieza y termina la pirueta del Amor.