Celebración eucarística en honor a San Bartolomé
Este domingo 25 de agosto, en el marco del programa de actos de la Fiesta Mayor de Balàfia, se ha celebrado la misa en honor de San Bartolomé, patrón del barrio. La Eucaristía ha sido presidida por el P. Dion Paskalis y concelebrada por el resto de miembros de la comunidad claretiana, los sacerdotes P. Nemesi Solà, Jaume Sidera i Josep Vilarrúbies.
San Bartolomé fue unos de los doce Apóstoles de Jesús, testigo de su Ascensión al Cielo e impulsor del cristianismo en Armenia. Multitud de pueblos y ciudades de todo el mundo, comparten con nosotros el patronazgo de San Bartolomé, al igual que las personas que trabajan las pieles, fabrican o usan cuero, guantes, abrigos, cinturones y botas, encuadernadores, pastores y vaqueros. Según la tradición, también es sanador de las convulsiones, crisis espasmódicas y enfermedades nerviosas en general. En Balàfia, como es costumbre desde hace muchos años, se rinde homenaje a San Bartolomé en una celebración eucarística, incluida en el programa de actos, con la voluntad de mantener viva la tradición de reunir al vecindario en un acto religioso dedicado al santo y compartir una acción de gracias a Dios por su estimación universal.
La iglesia de San Antonio M. Claret se ha llenado a tope de vecinos y vecinas que han querido compartir esta acción de gracias. A la celebración también han asistido representantes de la Corporación municipal, de la asociación vecinal y de otras entidades del barrio. También estaban las pubilles y los hereus de la Fiesta Mayor que, en el momento del ofertorio, han presentado sus ramos de flores al santo patrón, en nombre de la juventud balafienca.
Al final de la celebración, los asistentes han podido disfrutar de la interpretación al violín de la pieza Leyendas de una pasión (The Ludlow), de James Horner, a cargo de la joven Gemma Franco.
Desde la parroquia se ha animado a todos a seguir disfrutando de la fiesta, sin dejar de trabajar por la cohesión social, por las familias y las personas, especialmente las más vulnerables, que conviven en el barrio.
Isabel Hornos