Domingo XXI del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 25 Agosto 2024
Que podamos avanzar hacia tu amor

Gracias, Señor, por ofrecernos la posibilidad
de renovar tu Alianza.
Nuestra relación contigo
no debe ser solo una costumbre heredada,
una inercia a la que nos empuja nuestro entorno.
Es una decisión personal.
Es nuestra respuesta
a la invitación que nos diriges.

Te seguimos como rebaño, como comunidad,
pero decidimos individualmente
integrarnos en tu pueblo y adorarte.

Asumimos desde nuestra responsabilidad seguirte de todo corazón.
No queremos dejarnos llevar por donde sopla
el viento de nuestra sociedad.
Optamos por dejarnos conducir por tu Espíritu.

Cada vez que comulgamos,
te estamos diciendo: «Sí, queremos seguirte».
Cada vez que nos confesamos,
reconocemos que no hemos sido fieles a tu Alianza.
Cuando recitamos el Credo,
proclamamos: «Sí, yo creo en Ti».
Cuando oramos el Padrenuestro
estamos acogiendo tu paternidad.

Tú que siempre eres fiel a tu Alianza
Haz que, a pesar de nuestras infidelidades,
no nos desviemos del camino
y podamos avanzar hacia tu amor.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, hemos optado por Ti

Señor, muchos se escandalizaron
al oír que el seguimiento pasa
por la donación de uno mismo.
Estamos dispuestos a dar cosas,
incluso lo hacemos con generosidad,
pero nos cuesta mucho dar nuestro tiempo.

Señor, ver a Dios en el otro,
supone vivir en el Espíritu.
Tenemos tan claros sus defectos
que vemos a Dios en cualquier parte
menos en las personas
que has puesto a nuestro lado.

Señor, nuestra sociedad valora en exceso
el cuerpo, el placer y el triunfo.
Todo esto nos enriquecerá
si lo vivimos con los ojos puestos en Ti.
Quieres que seamos sinceros
y no nos engañemos
ni engañemos a los demás.

Señor, hemos optado por Ti.
No nos resulta fácil,
pero queremos caminar
profundizando en la Palabra
y sustentados por la Eucaristía.

Que la vuelta a la normalidad
no sea motivo de depresión
sino de alegría y tengamos presentes
a los que se encuentran en paro.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
La vida cristiana es un camino de felicidad y plenitud

Participar en tu Eucaristía, Señor,
supone abandonarme
e identificarme con tu destino.
Aumenta mi fe y dame fuerza
para no apartarme como hicieron
los que dejaron el servicio del Reino.

Al salir de esta Eucaristía, Señor,
iremos a nuestra vida cotidiana,
haznos capaces de consolar
a las personas que nos rodean
y de tratar correctamente las cosas
y realidades de este mundo.

Señor, la fracción del Pan
nos recuerda que somos seres humanos rotos
y en muchos casos heridos.
Tu Resurrección nos sana
y devuelve a todo su integridad.

Señor, nuestro mundo consumista,
tiende a pensar que la religión
no sirve para nada.
Ayúdanos a mostrar a los hermanos
con nuestros hechos
más que con nuestras palabras
que la vida cristiana
es un camino de felicidad y plenitud. 

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
¡Tienes palabras de Vida Eterna!

Jesús,
debía de ser muy duro para ti
constatar que la gente no comprendía
el gesto más sublime de tu amor a los hombres
y que casi todos te iban abandonando.
Tu lenguaje era, y es, difícil.

Supongo que comprendes que algunos te dejen
y no comprendan
la importancia de la Eucaristía.
Es que, con nuestra pobre inteligencia,
no podemos comprender el misterio de Dios.

Siguiéndote y mirándote, lo intuyo un poco
y, sin entenderte, digo como Pedro:
«¿a quien iremos? Tus palabras son palabras
de vida eterna … tú eres el Santo de Dios».

Aumenta mi fe y dame el Espíritu
para que ilumine mi inteligencia
y mi corazón.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Fuera de ti, no encontramos vida y salvación

Señor Jesús, nos admira
la decisión de Josué y de su familia
así como la de Pedro y sus compañeros,
ambas en momentos de crisis y dudas.

Nosotros, que nos hemos sentido atraídos a ti
y movidos interiormente por el Espíritu,
queremos decirte una vez más que, fuera de ti,
no encontramos vida y salvación.

Queremos agradecerte también el tesoro de la fe
que hemos recibido gratuitamente
y que debemos saber transmitir
para que pueda iluminar a más personas.

Te pedimos perdón, Señor Jesús,
por los que han abandonado la fe
y la participación en la vida de la Iglesia
a causa de nuestro testimonio deficiente
o poca coherencia cristiana.

Te pedimos por éstos y por aquellos
que nunca han descubierto la luz de la fe:
que sepan buscarte a ti, Señor Jesús,
y puedan gozar de la alegría profunda
de haberte encontrado y de vivir en comunión contigo.

Que todos los que creemos podamos gustar,
como dice el salmo, tu bondad y tu amor,
capaces de colmar nuestras vidas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que los esposos se amen como Cristo ama a la Iglesia

Señor Jesús, que amas a la Iglesia
con un amor esponsal, que la has elegido
y has entregado la vida por ella,
sé también hoy modelo de amor
para los esposos, como lo fuiste
en el pensamiento de san Pablo.

Que cada marido ame a su esposa
y cada esposa ame a su marido
con la misma fidelidad e intimidad
con que Cristo ama a la Iglesia
y con que cada uno ama a su propio cuerpo.

Que cada marido se someta a su esposa
y cada esposa a su marido
con la obediencia humilde, digna y sincera
con que Jesús buscaba siempre
cumplir la voluntad del Padre.

Porque el amor verdadero pide atención
a los deseos y necesidades del otro,
y el amor mutuo de los esposos
exige una mutua sumisión.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret