Domingo VII del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
C
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 20 Febrero 2022
Aumenta en nosotros, Señor, la fe

Gracias porque lo que nos salva es el amor.
El amor que de manera desbordante
Tú nos regalas,
y entregamos con sinceridad a los demás.

Qué difícil esta tarea
que nos has encomendado de amar,
que requiere una generosidad sin límites,
una actitud sincera del corazón
para hacer el bien e irse modelando en el alma
un talante a tu estilo.

Qué difícil nos resulta tener
como verdad de nuestros pasos
esta dirección.
Una forma de amar que cuesta de entender
a ojos de quien no te conoce
esencialmente como Padre.
Por eso te pedimos
que te hagas cercano a nosotros
con palabras inefables que expresen tu ternura,
tu entrañable piedad y tu gracia.

Aumenta en nosotros, Señor, la fe,
aquella que hace mover montañas,
aunque sea pequeña como un grano de mostaza,
porque necesitamos mucha fe
para vencer nuestros sentimientos y miedos
ante la ofensa del otro.

Amar así, de verdad,
sin ningún tipo de máscara,
es hacer presencia de tu amor,
hacerlo visible y cercano,
es lo que nos libera y nos salva
de la oscuridad del odio, de la venganza,
del corazón endurecido
que no sabe vencer el mal a fuerza de bien,
ni abrazar a los que se pelean y distancian.

Danos, Señor, la fe necesaria
para ser colaboradores tuyos.
Que construyamos entre todos
puentes de reconciliación,
lugares de encuentro y perdón
donde todos tengan un lugar.
Enséñanos a vencer el egoísmo
y a tener el mismo trato
que Jesús tenía con los demás.

Gracias, Señor,
porque tu amor es lo que nos salva.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Ser imagen de un Dios amor

Sabemos que en el principio, Señor,
Dios hizo al hombre y a la mujer
«a imagen y semejanza suya».
Y esto es para todos nosotros
un título incomparable de gloria.

Hoy, en el evangelio,
nos ayudas a comprender
qué quiere decir y qué nos pide
el hecho de «ser imagen y semejanza»…
De un Dios que es amor.

Afina nuestra mirada, Señor,
y abre nuestro corazón
para que sepamos descubrir
tu presencia y tu amor
en nuestra vida de cada día.

Haz que sabiéndonos amados y perdonados
sepamos ser «imágenes de Dios»,
dispuestos a hacer con los hermanos
lo mismo que tú estás haciendo con nosotros.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Haznos misericordiosos como tú

Señor, enséñanos a amar,
nosotros no sabemos.
Nuestro corazón está herido
y supura rabia y rencor.
No entendemos a quien nos ha hecho daño.

Calma las tormentas de nuestro interior.
Cura nuestras llagas.
Serena nuestras pasiones destructivas.

Líbranos del amor propio.
Muéstranos cómo nos amas
a pesar de nuestras carencias.
Ilumínanos y haz que veamos a los demás
como hijos tuyos y hermanos nuestros.

Que seamos capaces de entender sus heridas
y así perdonarlos de todo corazón,
como tú nos has perdonado
a cada uno de nosotros.

Haznos fuertes para poder renunciar a hacer daño.
Haznos valientes y que nuestro coraje
apague el deseo de revancha.
Haznos como tú que perdonas, amas
y nunca abandonas a nadie.
Haznos misericordiosos como tú.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret