La Anunciación del Señor

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Santoral
Data : 
Lunes, 25 Marzo 2024
Queremos aprender cada día a hacer tu voluntad

Te damos gracias, Padre,
porque, en la persona de tu Hijo Jesús,
nos hablas y te comunicas
con palabras y actitudes humanas.

Gracias porque así
nos has dado a conocer tu fidelidad,
tu amor y la dignidad
que has querido dar
a cada uno de tus hijos e hijas,
haciéndonos hermanos de Jesús.

Con la oración del salmo
y el espíritu de Jesús
también nosotros queremos decirte:
«aquí estamos»;
queremos aprender cada día
a hacer tu voluntad,
a anunciar la salvación
a nuestros hermanos;
como María y acompañados por ella,
queremos aprender a acoger y vivir
todo lo que tu palabra nos propone,
aunque supere nuestras expectativas.

Danos, Padre, como diste a María,
la presencia de tu Espíritu Santo,
que nos forme como hombres y mujeres
según el modelo de tu Hijo Jesús.

Ayúdanos a entender, a creer y a vivir
que sólo disponiéndonos a servir
y a buscar el bien de los demás
podremos ser testigos y signo
de tu salvación y de tu amor
y compromiso irrenunciable
para con toda la humanidad.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
María es modelo de respuesta generosa a Dios

Por ti, María, pasó el destino
de la humanidad.
Todo quedó en suspenso
en los breves instantes transcurridos
entre el anuncio del ángel
y tu sí turbado pero firme.

Por ti tenía que pasar,
como por el cuello de un embudo,
todo el plan de salvación, urdido por Dios
a favor de toda la humanidad.

Por esto tienes que ser bendita
por todas las generaciones,
y serás siempre modelo
de respuesta generosa a la vocación
que Dios nos regala a cada uno.

Que también hoy cada madre y cada padre
sepan acoger desde el primer momento
a cada nuevo hijo que traen al mundo
como una bendición y una llamada de Dios,
y que entre todos vayamos construyendo
una sociedad respetuosa y amante
de cada vida humana.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
María nos has precedido en el camino de la fe

Gracias, Señor, por querer estar con nosotros,
por hacerte carne,
por encarnarte,
por ser como uno más de nosotros
y acompañarnos por las sendas de la existencia.

Gracias por elegir una mujer sencilla,
María de Nazaret,
humilde, dócil y valiente,
capaz de abrirse a tu Espíritu.

Gracias, María, por tu sí,
por fiarte de Dios,
por dar tu consentimiento
y querer hacer su voluntad.

Enséñanos a decir:
«Aquí estoy»,
«vengo para hacer tu voluntad»,
«hágase en mí según tu palabra».

Queremos ser como tú,
vivir a disposición de Dios,
para que se cumplan sus planes
y seamos un canal
para que se pueda hacer presente en el mundo
que tanto lo necesita.

Gracias, María, por ser nuestra madre.
Nos has precedido en el camino de la fe
y nos acompañas cada día.
Que no nos falte nunca tu ayuda
y sepamos siempre ser fieles
a la llamada que Dios nos hace.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret