Domingo VI de Pascua

Cicle: 
C
Temps: 
Pasqua
Domingo, 26 Mayo 2019
P. Josep Vilarrubias Codina, cmf

El que me ama hará caso de mis palabras

No nos podemos alejar del mensaje del domingo pasado que se concluye en el de hoy:

El pasado domingo:

* Jesús anuncia su muerte inminente como glorificación.

En él el Padre es glorificado.

* Nos da el mandamiento nuevo, de amarnos como él nos ha amado.

Hoy:
 * El que me ama hace caso de mi palabra.

 * Mi Padre lo amará y vendremos a vivir con él.

 * Nos lo hace entender y vivir el Espíritu Santo.

 * Jesús nos da su Paz.

 * Nos quiere serenos. ¡Que no nos acobardamos!

 * Si le amamos nos alegraremos.

Los Evangelios nos traen la buena noticia de Dios. Pero ¿cuál es la clave de lectura para no ir divagando como las mariposas y sí para ser como las abejas siempre dispuestas a captar la miel para la vida propia y de su comunidad? O si queréis, ¿dónde podemos encontrar "el disco duro" que configura todo el mensaje de Jesús? Yo lo veo en el texto de hoy, como momento fuerte de su despedida-testamento.

No me atrevo a hacer un comentario doctrinal, que las palabras podrían quedar demasiado cortas, pero sí a acompañaros en un rato de reflexión contemplativa:

El amor y la felicidad: son cara y cruz del sentido de nuestra vida. La felicidad auténtica (no quincalla sino oro puro) es fruto del amor. Sin amor la alegría es superficial, vaporosa y esporádica. Nosotros sabemos que el amor tiene nombre en mayúsculas: ¡Dios es Amor!

Tú y yo y todos estamos sedientos. Aunque bebiendo a menudo en aguas sucias o envenenadas, todos, todos, tenemos sed de un amor limpio y sin límites, amor que es fuente de alegría y de paz. Lo decimos en el salmo 62:

Mi alma tiene sed de vos. Por vos se desvive mi corazón como tierra seca sin una gota de agua.

Y una canción de Taizé inspirada en S. Juan de la Cruz: De noche iremos, de noche, que para Encontrar la Fuente, ¡Sólo la Sed nos alumbrar! La Fuente es Jesús, fuente de agua viva. Y la sed es el deleite de saciarnos de él.

Así en plena oscuridad la sed nos ilumina el camino. La sed de Amor, de Dios Amor. Y esta sed, ¿sabéis qué? es la atracción por la Palabra Viviente del Amado: El que me ama hará caso de mi palabra.

Entonces Mi Padre lo amará y vendremos a vivir con él. ¡Sin comentarios!

"EN TORNO A LA PALABRA" es el título de estas reflexiones semanales. Al escuchar su Palabra lo queremos a él, y al amarlo lo escuchamos. Escuchar la Palabra con amor agradecido. Así la Palabra nos va transfigurando en la persona de Jesús, hasta vivir dentro de nosotros sus sentimientos y que nuestra relación con los demás sea la de Jesús. Esto es por la acción del Espíritu Santo que nos lleva a amar a los demás como Jesús nos ama. Actuemos, como Jesús y en él, con un amor generoso, desinteresado, lleno de comprensión y misericordia, amor mayor cuanto más nos sentimos débiles, pecadores, perdonados, estimados, salvados.

En la escucha enamorada de la Palabra, el mismo Espíritu que impulsaba a Jesús nos impulsa a nosotros; el Espíritu que nos envía hacia los pobres, que nos da un olfato evangélico para captar los sufrimientos, las soledades, las marginaciones, los hundimientos morales, la baja autoestima, la desesperanza. Y también nos lleva a disfrutar de la bondad y de los detalles que nos llegan de los hermanos. Todo es latido del Espíritu Santo que nos va nutriendo con sus frutos: amor, alegría, paz...

¡La paz! El Espíritu Santo de Jesús hace que vivamos con la misma paz que Jesús vivía como fruto de su unión íntima con el Padre. Es la paz que debemos aportar siempre que llegamos a un lugar, a un colectivo, a una persona... y siempre que nos miramos a nosotros mismos.

Es la paz que Jesús nos da particularmente en los momentos difíciles: Que vuestros corazones se serenen, no os acobardéis. Tal como se nos dice en la Celebración Eucarística, a punto de la consagración del Cuerpo y la Sangre de Cristo: ¡Arriba los corazones!

Que tengáis un buen domingo en el camino de la Pascua hacia Pentecostés.

Tipus recurs pastoral: